En Chile, su país natal, fue jugador de Universidad Católica (1947-52), donde ganó el campeonato de Chile en 1949. Después jugó en el Deportivo Vasco de Venezuela (1952).

En 1953 fichó por el RCD Espanyol, donde jugó durante dos temporadas.

Jugaba en la posición de interior, con un toque de balón exquisito y un juego pausado y cerebral.

En 1956 regresó a Universidad Católica, donde acabó su carrera como futbolista.

Fue internacional con Chile y disputó el Mundial de 1950.

Una vez retirado tuvo una larga carrera como entrenador en toda Sudamérica, en clubes como Universidad Católica, Colo-Colo o Cobreloa en Chile; Vélez Sarsfield y San Lorenzo de Almagro en Argentina; Liverpool Fútbol Club y Defensor en Uruguay; América en México; y Club Bolívar y Real Santa Cruz en Bolivia.